Este tipo de ritual no es adecuado en relaciones inexistentes o cuando se busca manipular a alguien que no está interesado. Esto puede generar resistencia energética y resultados contrarios a los esperados.
Un dominio de amor puede reforzar una relación ya existente, pero no puede crear un vínculo desde cero si no hay interés mutuo. Las energías funcionan mejor cuando hay algo en lo que trabajar.