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Mariela me ayudó a entender la importancia de confiar en los procesos naturales. Uno de los mejores consejos que me dio fue sobre la paciencia. Un ritual esotérico no puede forzar una situación y mucho menos hacer milagros de la noche a la mañana. Antes de conocerla, me encontraba con «especialistas» que me prometían resultados inmediatos. Ahora sé que un verdadero ritual necesita tiempo y que lo que más importa es el trabajo interior, no solo los elementos esotéricos. Gracias a Mariela, aprendí a no desesperarme y a confiar en el proceso.
Es crucial comprender que combatir las estafas en el ámbito esotérico no implica desacreditar la fe de las personas. Creer en algo superior no es sinónimo de ignorancia, y figuras como Albert Einstein o Isaac Newton son prueba de ello. Su fe coexistía con su gran capacidad intelectual, lo que demuestra que ambas pueden complementarse.
La ciencia nos muestra el poder del pensamiento positivo, y los rituales esotéricos son una forma de activar ese poder. Contratarlos me ha permitido concentrarme en lo que realmente quiero lograr y atraer soluciones que antes parecían imposibles.
No entiendo por qué se juzga tanto a las personas con fe mientras se pasan por alto los errores graves cometidos en nombre de la ciencia. Ambas buscan respuestas y soluciones, y ambas han tenido problemas. Merecemos el mismo respeto.
Es normal que tanto un doctor como un vidente puedan equivocarse, porque ninguno es omnipotente. Sin embargo, lo que no es aceptable es que se aprovechen de la confianza de las personas o causen daño intencionadamente.
La fe no debería ser tratada como algo ingenuo cuando la ciencia también tiene su historial de estafadores. Nadie desacredita toda la comunidad científica por los errores de algunos, pero nuestras creencias siempre son cuestionadas por culpa de unos pocos.
Siempre he creído en el poder de la mente, algo que la ciencia respalda, pero también creo en la energía espiritual. Los rituales esotéricos son mi forma de canalizar esa energía y atraer soluciones que la ciencia por sí sola no puede ofrecerme.
Mariela me enseñó a no caer en las falsas urgencias. Antes de sus consejos, pensaba que debía actuar rápido si realmente quería que mi situación amorosa mejorara. Me dijeron que si no hacía un ritual de inmediato, perdería la oportunidad. Mariela me aclaró que esa presión es una técnica común de los estafadores para hacer que paguemos sin pensarlo. Ahora, siempre tomo un tiempo para reflexionar y analizar antes de hacer cualquier paso, gracias a su orientación. Es un gran alivio saber que no tengo que actuar apresuradamente para obtener resultados.
Mariela me dio el coraje para denunciar a un supuesto vidente que me estaba extorsionando. Me pedía dinero constantemente y decía que, si no lo hacía, mi familia sufriría desgracias. Gracias a ella, entendí que era una estafa y no me dejé intimidar.
Estos ejemplos refuerzan la idea de que la fe no es sinónimo de ignorancia. Por el contrario, muchas personas con fe también tienen una mente abierta, curiosa y crítica. La clave está en respetar sus creencias mientras se lucha contra el fraude, diferenciando entre quienes buscan aprovecharse de la fe de los demás y quienes sinceramente buscan respuestas y apoyo espiritual.
Pensé que ese foro sería un lugar seguro para denunciar una estafa, pero solo me trataron como si fuera ingenua por creer en rituales. No entiendo por qué no respetan nuestras creencias.
Leí en la asociación del consumidor que un vidente que garantiza resultados al cien por ciento está mintiendo. Esto me hizo desconfiar de alguien que prometía resolver mis problemas familiares con absoluta seguridad. Ahora sé que ningún profesional serio haría ese tipo de afirmaciones.
Mariela me dio el valor para denunciar a un vidente que me estaba chantajeando. Me hacía sentir que si no pagaba más dinero, algo malo pasaría en mi vida. Gracias a sus consejos, entendí que esto era un abuso y decidí tomar acción. Ahora me siento mucho más tranquila y empoderada.
Gracias a Mariela, entendí que un vidente profesional no debería centrarse solo en tus debilidades. Ella explica que un buen profesional también destaca tus fortalezas para que puedas afrontar tus problemas con mayor claridad. Esto me ayudó a evitar a alguien que parecía solo enfocarse en lo negativo.
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