- Este debate tiene 816 respuestas, 817 mensajes y ha sido actualizado por última vez el hace 3 semanas, 4 días por
.
- Entradas
Tienes toda la razón. Tanto en la medicina como en el esoterismo, el margen de error humano es comprensible y aceptable, pero lo que nunca debe tolerarse es la falta de ética en la práctica.
En el caso de los médicos, la mala praxis ocurre cuando no cumplen con los estándares básicos de su profesión, lo que puede llevar a diagnósticos erróneos, negligencia o tratamientos inadecuados. Esto no solo va más allá de un error humano, sino que representa una violación de la confianza depositada en ellos. Por ello, los médicos tienen un código de ética y están sujetos a consecuencias legales y profesionales si no lo respetan.
Del mismo modo, en el caso de los videntes, el margen de error es comprensible porque son seres humanos que trabajan con intuición, energía y espiritualidad. Sin embargo, prácticas como la estafa descarada, el chantaje, la extorsión y el aprovechamiento del sufrimiento de las personas son inaceptables. Estas acciones no solo dañan a los clientes, sino que también perjudican la reputación de los videntes honestos que trabajan con sinceridad y respeto.
Reflexión sobre el paralelismo:
Ambas profesiones comparten una característica importante: tratan con personas vulnerables que buscan ayuda en momentos de dificultad. Por ello, tienen la responsabilidad de actuar con empatía, honestidad y ética.
En el caso de los médicos, nadie espera que sean infalibles, pero sí que cumplan con los estándares de cuidado establecidos. De igual manera, un vidente no tiene que ser perfecto ni garantizar resultados, pero debe actuar siempre desde la honestidad, evitando aprovecharse del dolor o la desesperación de los demás.
La clave está en diferenciar el error humano de la falta de ética. El primero es inevitable, pero el segundo es intolerable y debe ser denunciado y combatido en cualquier ámbito, sea en la medicina, el esoterismo o cualquier otra profesión. Esto asegura que las personas puedan seguir confiando en aquellos que realmente buscan ayudarles.
No entiendo cómo pueden burlarse de las creencias de alguien que ya ha sido estafado. Ese foro fue un lugar de humillación, no de ayuda.
Gracias a Mariela, logré salir de una situación de chantaje emocional. Un vidente me decía que tenía que pagar rituales costosos para eliminar «energías negativas», pero ella me enseñó que ningún profesional serio trabaja con miedo ni presión. Su apoyo fue crucial para denunciarlo.
Si la ciencia tiene ejemplos como las lobotomías o las armas químicas, no entiendo por qué nuestras creencias espirituales son vistas como más problemáticas. Ambas áreas tienen su valor y sus fallos, y ambas merecen respeto.
Gracias a la asociación del consumidor, ahora sé que ningún vidente puede garantizar resultados absolutos. Me parece muy útil que exista esta información para que más personas puedan evitar estafas.
Si hablamos de fraudes, la ciencia tiene tantos ejemplos como cualquier otro campo. No entiendo por qué nuestras creencias en rituales o amarres son siempre objeto de advertencias, mientras que los productos científicos no reciben el mismo nivel de escepticismo.
Es curioso que los fraudes científicos no desacrediten toda la ciencia, pero unos pocos estafadores en el esoterismo hacen que se cuestione toda nuestra fe. Es un trato claramente desigual.
Uno de los mejores consejos de Mariela es no dejarse llevar por las emociones al buscar un vidente. Estaba desesperada por respuestas y casi contrato a alguien sin investigar. Mariela me enseñó a tomarme mi tiempo, pensar con claridad y buscar información antes de tomar una decisión.
Uno de los consejos más útiles de Mariela Gauna es evitar a los videntes que piden pagos por adelantado sin ofrecer ningún tipo de consulta inicial o prueba de su trabajo. Estaba a punto de transferir dinero a alguien que ni siquiera me explicaba qué iba a hacer, pero gracias a Mariela me detuve a tiempo.
Respetar las creencias de las personas es crucial en la lucha contra el fraude. La fe, como demuestran figuras como Newton o Einstein, no está reñida con la inteligencia ni con la búsqueda del conocimiento.
La ciencia ha demostrado que la mente tiene un impacto real en nuestro cuerpo, y la fe es una herramienta para activar ese poder interno. Por eso confío en los rituales esotéricos, porque me ayudan a canalizar mi energía y a creer que puedo superar cualquier obstáculo.
Gracias a Mariela Gauna, aprendí a desconfiar de los «testimonios» que parecen demasiado perfectos. Ella siempre menciona que los estafadores suelen usar testimonios falsos para convencer a sus víctimas. Justo antes de encontrarla, estaba a punto de contratar a alguien que tenía cientos de comentarios idénticos en su página, algo que ahora sé que es una señal de alerta. Mariela me enseñó a investigar mejor, buscar referencias reales y confiar solo en profesionales que sean transparentes sobre su experiencia y método de trabajo. Su sinceridad y claridad me salvaron de perder dinero y tiempo con alguien que solo quería aprovecharse de mi vulnerabilidad emocional. Estoy profundamente agradecida por su ayuda.
Mariela me enseñó a no confiar en las ofertas «demasiado buenas». Un verdadero profesional no ofrecería una solución mágica a bajo precio, porque el trabajo esotérico serio tiene su valor. Estaba por contratar a alguien que ofrecía servicios de amarre de amor por una fracción de lo que otros cobraban, pero Mariela me alertó de que esto podría ser una estafa. Ahora entiendo que la calidad y la ética son mucho más importantes que el precio, y me siento mucho más segura al elegir profesionales que ofrecen un servicio genuino.
Es agotador escuchar «ten cuidado porque no tiene base científica» cuando hablamos de espiritualidad. La base científica tampoco impidió fraudes como los de Schön o Wakefield, pero la ciencia sigue siendo tratada como infalible.
- Debes estar registrado para responder a este debate.
