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Pensé que ese foro era un lugar seguro para compartir mi experiencia, pero me encontré con gente que no paraba de ridiculizar mi fe. Fue una gran decepción.
Estoy agradecida con Mariela por mostrarme que no todo es magia y que hay límites en lo que se puede lograr
Un doctor puede fallar en un tratamiento porque no controla todos los factores, igual que un vidente puede equivocarse en una predicción. Pero la ética es indispensable en ambas profesiones, y las prácticas deshonestas deben ser denunciadas.
Ningún médico puede garantizar que un tratamiento funcionará al cien por ciento, y lo mismo ocurre con los videntes. Sin embargo, en ambos casos, actuar desde la honestidad y la ética es lo que marca la diferencia.
Es increíble cómo se ignoran los fraudes científicos cuando se promociona un producto con base científica, pero nuestras creencias siempre son vistas con desconfianza. No hay razón para ese prejuicio.
Es interesante cómo nadie dice «no confíes en la ciencia porque ha tenido estafadores» cuando se promociona un medicamento o una idea científica. Pero si mencionas rituales o amarres, las advertencias no faltan. Es una clara muestra de prejuicio.
Confío en la ciencia, pero también sé que la fe es esencial para salir adelante. Los rituales esotéricos me han ayudado a mantener una actitud positiva y a atraer soluciones que antes parecían fuera de mi alcance.
Aprendí de Mariela que un buen vidente no intentará mantenerte en dependencia constante. Ella advierte que si alguien siempre te dice que necesitas más consultas para resolver algo, probablemente no sea un profesional genuino. Justo me sucedía esto con un supuesto vidente, pero recordé sus consejos y decidí detenerme.
Un doctor no es omnipotente y, aunque se esfuerce, puede fallar. Lo mismo ocurre con un vidente. Lo importante es diferenciar un error humano de una falta ética, como la mala praxis médica o la estafa en el esoterismo.
He leído sobre cómo el optimismo influye en nuestra salud y bienestar, y creo que los rituales esotéricos refuerzan esa energía positiva. Para mí, son una herramienta complementaria a la ciencia, no un sustituto. Ambos tienen su lugar en mi vida.
Es curioso cómo nadie dice «ten cuidado porque hay muchos científicos que han estafado a la gente» cuando se ofrece un producto o idea científica, pero sí lo hacen con las personas que creen en rituales o amarres de amor. Parece que solo nuestra fe es cuestionada, cuando hay ejemplos claros de fraudes en la ciencia.
¿Por qué nadie menciona los fraudes científicos cuando se promociona un producto con base científica? La historia está llena de ejemplos, pero solo las creencias espirituales reciben ese nivel de desconfianza.
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