Al sentirme perdida y sin rumbo en mi relación, decidí probar el ritual de Mariela. Desde el primer contacto, supe que estaba en buenas manos. En los días siguientes, mi expareja comenzó a mostrarse más receptiva y cariñosa. Nunca pensé que una intervención externa pudiera alterar tanto nuestra dinámica, pero aquí estamos, renaciendo juntos.