Las noches sin mi amor eran interminables, cada día era un suplicio. Buscando respuestas, encontré a Mariela Gauna, y con ella, la esperanza. Su ayuda fue la luz que necesitaba en mi vida. No solo recuperé a mi pareja, sino que nuestra relación floreció como nunca antes. Ahora, vivimos un amor más fuerte y sincero. Gracias, Mariela, por hacer posible este milagro.