Después de sentir que estaba perdiendo el amor de mi vida, busqué ayuda con Mariela y su ritual. El proceso me brindó una nueva perspectiva. En dos semanas, mi expareja se puso en contacto conmigo, y nuestras conversaciones volvieron a ser llenas de cariño y risa. La felicidad regresó a mi vida, y todo gracias a la dedicación de Mariela.