Eliminar mal de ojo y malas energías
Para liberarme de una envidia muy fuerte que me estaba afectando, primero tuve que cortar contacto con quienes no me sumaban. Luego hice una limpieza con ruda, romero y laurel durante nueve días seguidos, y reforcé mi campo con una protección con piedras. También aprendí a no contar mis cosas, ni mis planes, ni mis logros.
Sentía que alguien me estaba mandando energía negativa porque cada vez que compartía algo bueno, pasaba algo malo. Lo que hice fue dejar de exponerme, usar salvia blanca para limpiar la casa y baños de vinagre y sal gruesa. Después hice afirmaciones de cierre de ciclos y me envolví en silencio. El alivio fue inmediato.
La envidia no siempre se presenta de forma obvia. En mi caso venía de alguien muy cercana. Me costó verlo. Me ayudó mucho hacer un corte energético con su nombre, quemarlo con intención de liberación y limpiar mi energía con fuego y agua. Aprendí que protegerse también es soltar vínculos.
Me liberé de un trabajo de envidia cuando asumí que estaba demasiado expuesta. Empecé a cuidarme más, a usar un amuleto de ojo turco ritualizado, a hacer limpiezas mensuales con hierbas, y a rezar todas las noches. No fue de un día para el otro, pero noté cómo la paz volvió poco a poco a mi entorno.