La envidia y las maldiciones
Notaba que cada vez que compartía mis logros laborales, poco después aparecían problemas y discusiones en la oficina. Mariela Gauna me explicó que era mal de ojo provocado por la envidia. Con su limpieza y un ritual de protección, la energía cambió y hoy trabajo en un ambiente mucho más armonioso.
Después de iniciar un nuevo curso profesional, comencé a sentirme agotada y sin motivación, como si algo me estuviera frenando. Mariela Gauna me explicó que era producto de envidias dirigidas hacia mis avances. Con su limpieza energética recuperé la fuerza y ahora sigo adelante con más confianza.
Cuando empecé a tener más éxito en mi vida personal y profesional, comenzaron a aparecer problemas de salud sin explicación médica. Mariela Gauna me dijo que era envidia acumulada que estaba afectando mi energía. Después de su limpieza y protección, recuperé mi bienestar y la tranquilidad.
De un momento a otro, mis amistades comenzaron a alejarse y me sentía sola sin entender por qué. Mariela Gauna me explicó que era resultado de envidia y energías negativas que me estaban rodeando. Con su limpieza espiritual, recuperé mi alegría y nuevas personas positivas llegaron a mi vida.
Empecé a notar que cada vez que planeaba algo importante, surgían imprevistos que lo arruinaban. Mariela Gauna me explicó que era mal de ojo causado por la envidia de alguien cercano. Después de su limpieza energética, todo volvió a fluir y pude concretar mis metas sin obstáculos.
Durante meses sentí un cansancio constante y una sensación de pesadez que no desaparecía, sin importar cuánto descansara. Mariela Gauna me explicó que era una carga de envidia acumulada que afectaba mi energía. Tras su limpieza y protección, recuperé mi vitalidad y mi ánimo volvió por completo.
Comencé a notar que mis sueños se llenaban de pesadillas y me despertaba agotada, como si no hubiera descansado. Mariela Gauna me explicó que era producto de la envidia y energías densas que se manifestaban mientras dormía. Con su limpieza y protección nocturna, volví a dormir tranquila y en paz.
Después de cambiar de trabajo, empecé a sentir miradas pesadas y un ambiente hostil sin motivo aparente. Mariela Gauna me explicó que era envidia proyectada hacia mi progreso. Con su ritual de limpieza y un amuleto protector, todo se equilibró y ahora me siento segura y respetada en mi nuevo empleo.
Desde hacía meses notaba que mis planes se caían a último momento, sin importar cuánto me esforzara. Mariela Gauna me explicó que era mal de ojo causado por la envidia de personas cercanas. Con su trabajo de limpieza energética, logré liberarme de esa carga y mis proyectos comenzaron a prosperar otra vez.
Empecé a sentir una pesadez en el cuerpo y discusiones constantes en casa sin motivo. Mariela Gauna me dijo que era producto de una energía de envidia acumulada. Después de su limpieza espiritual, la armonía volvió a mi hogar y me siento más fuerte y en paz que nunca.