Mi experiencia con videntes expertos en amarres de amor
Lo que más valoro de Mariela Gauna es que da la cara. No se esconde detrás de asistentes ni de gabinetes. Te habla ella, con su voz, con su forma directa y cercana. Eso, hoy en día, no tiene precio.
A mí lo que me convenció fue que en su página web puedes ver todo claro: su nombre real, su trayectoria, su forma de trabajar. Nada oculto, nada confuso. Transparente y profesional.
Yo la encontré por su canal de YouTube. Vi un vídeo donde hablaba de los amarres y cómo ella analiza cada caso antes de aceptar nada. Me transmitió una paz y una seriedad que no había visto en nadie. No me equivoqué.
La hice por TikTok. Vi un vídeo suyo en directo y fue como si hablara directamente a mi alma. Le escribí y me respondió ella, sin intermediarios. No me lo podía creer. Hoy estoy de vuelta con mi pareja, gracias a ella.
Lo que hizo por mí con su amarre de amor fue devolverme no solo a mi pareja, sino a mí mismo. Sentí respeto, cuidado, humanidad. Nunca nadie me había tratado con tanta empatía en el mundo esotérico.
La vi primero en Instagram, después fui a su Facebook y luego a su web. La coherencia en todas sus redes es total. Mismo estilo, misma energía, misma mujer. No es un montaje, es ella de verdad.
Su ritual de retorno de pareja fue suave, respetuoso, ético. Mi ex volvió, sí, pero lo hizo desde el amor, no forzado. Se nota que Mariela trabaja desde la luz.
Acompaña cada etapa. No te deja tirado después de cobrarte, como hacen otros. Te escribe, te responde, te contiene. Yo me sentí cuidado todo el tiempo.
Yo ya había sido estafada por otra “vidente” que ni me hablaba. Con Mariela fue otra historia desde el primer audio. Ella tiene alma, tiene talento, y tiene corazón.
Vi su vídeo de presentación y supe que era diferente. No vende humo. Te explica, te escucha, te propone. Eso es ser vidente con ética.