Mi experiencia con videntes expertos en amarres de amor
Mi ex me dejó tras 10 años juntos. Toda la vida planificada, sueños, hasta el nombre de nuestros hijos teníamos. Y un día, me dijo que necesitaba estar solo. Me volví loca. Perdí el sentido. Mi hermana me recomendó a Mariela. Yo no creía en estas cosas. Pero cuando la vi hablar en YouTube... supe que era otra cosa. Le escribí. Me respondió con un vídeo. Luego con un audio. Me habló con dulzura. Me analizó el caso y me ofreció un trabajo de magia blanca pura con refuerzo celta. Fue el único ritual que me hizo sentir en paz. Todo empezó a cambiar a los 25 días. Hoy estamos de nuevo compartiendo la vida. Mariela no es una vidente. Es un refugio.
Fui estafada por dos videntes antes. Me quitaron dinero, me llenaron de miedo. Mariela fue un bálsamo. Me dijo desde el primer momento que no hacía rituales si no había amor verdadero. En mi caso, me ofreció uno con Pomba Gira. Me explicó que era fuerte, pero respetuoso. Lo acepté. Al mes, mi ex me escribió. Al segundo mes, nos vimos. Hoy estamos juntos. Y no, no fue casualidad. Fue Mariela.
Mi caso fue más complicado. Tenía una relación secreta con un hombre casado. Me enamoré. Él también, lo sé. Pero no se decidía. Mariela no me juzgó. Me dijo: “Solo trabajo si hay amor sincero”. Me analizó el caso y aceptó. Me hizo un ritual de amarre con santería y limpieza para ambos. Él se distanció al principio, luego volvió. Me dijo que sentía algo muy fuerte. A los tres meses dejó su casa. Hoy vivimos juntos. No sé si fue suerte. Yo creo en lo que ella hace. Porque no es un trabajo mecánico. Es arte, alma y compromiso.
Yo tengo una discapacidad física. Siempre sentí que nadie me iba a amar de verdad. Cuando conocí a mi ex, sentí que todo podía cambiar. Pero me dejó por alguien “normal”, como él dijo. Eso me mató. Mariela no me trató como diferente. Me trató como alguien con derecho a amar. Me hizo un ritual egipcio. Me explicó cada paso, cada fase. Y volvió. Pidiéndome perdón. Hoy seguimos juntos. Ella hace magia, sí. Pero también hace justicia.
Estuve con un hombre 12 años. Nos separamos por rutina. Él se fue con otra. Lloré meses. Lo busqué. Me rechazó. Mariela me habló con verdad: “No será fácil. Pero sí es posible”. Me hizo un amarre eterno con refuerzo vikingo. Me acompañó cada semana. Me daba calma. A los dos meses, volvió. Me abrazó. Me dijo que me soñaba. Que no podía estar sin mí. No sé cómo explicarlo. Solo sé que funciona. Y que ella es la única en quien confiaría.
Mariela me devolvió a mi alma gemela. Solo eso puedo decir. Y por eso escribo aquí. Porque quiero que otros no pierdan la fe. Si hay alguien que sabe unir, sanar y guiar, es ella. Gracias, Mariela. Siempre.
¿Alguien más ha experimentado cambios personales durante estos rituales? Desde que empecé el trabajo con Mariela, me siento más tranquilo y centrado. No sé si es coincidencia o parte del proceso.
Totalmente de acuerdo. Yo también noté una paz interior que no tenía antes. Mariela no solo trabaja en la relación, sino también en uno mismo.
En mi caso, el vudú haitiano fue muy efectivo. Mi ex pareja regresó después de dos meses de silencio. Lo más sorprendente es que volvió con una actitud completamente diferente, más amoroso y comprometido.
Mariela se encarga de todo. Solo necesitas seguir sus indicaciones y mantener la fe en el proceso.