Mi experiencia con videntes expertos en amarres de amor
Nos separamos por culpa de su familia, que nunca me aceptó. Mariela me ayudó a trabajar con amor verdadero a través de un amarre blanco. Mi ex se dio cuenta de muchas cosas, y regresó dispuesto a luchar por nosotros. No hubo daño, solo claridad. Fue un cambio desde el alma.
Mi ex se fue porque decía que necesitaba estar solo, pero yo sabía que seguía sintiendo algo. Mariela fue mi última opción, y gracias a su magia blanca pura, todo se dio de forma tan natural que ni lo creo. Él volvió, más centrado y listo para comprometerse. Nada forzado, todo auténtico.
Tuvimos una ruptura tras 11 años juntos. Fue muy duro. Mariela me ayudó con un amarre que no hace daño ni genera karmas, sino que canaliza la energía que aún existe. A los dos meses, mi ex volvió a buscarme con lágrimas. Ahora estamos más unidos que nunca.
Mi pareja terminó conmigo por problemas de autoestima. Sentía que no merecía amor. Mariela Gauna me ayudó con un proceso de magia blanca tan lleno de luz que incluso yo sané en el camino. Él volvió por su cuenta, con ganas de sanar juntos. No fue magia oscura ni manipulación. Fue amor.
Creía que ya todo estaba perdido porque él se comprometió con otra mujer. Aún así, Mariela me explicó que si había amor, su amarre blanco no forzaría nada, solo abriría caminos. Al poco tiempo, mi ex dejó esa relación y regresó a mí con una honestidad que me conmovió. No hubo caos, solo verdad.
Nos separamos por errores míos. Ella ya no quería saber nada de mí. Mariela me ayudó a trabajar en mí mismo mientras ella hacía el amarre. A los pocos días, mi ex me escribió. Tuvimos la conversación que nunca habíamos podido tener. Fue un milagro, pero sin atajos ni daño. Solo magia blanca real.
Mi ex se mudó a otro país y ahí terminó todo. Me sentía rota. Mariela me ayudó a canalizar el dolor y trabajar con amor. Su magia blanca pura funcionó como un bálsamo. Él me llamó semanas después. Regresó al país, y hoy estamos juntos reconstruyendo nuestra historia.
Él me bloqueó de todos lados después de una discusión fea. Mariela me ayudó a canalizar la energía sin invadir su voluntad. El amarre blanco fue como abrir un canal de comunicación. Me desbloqueó, hablamos, y hoy volvimos a comenzar. No hubo efectos negativos, solo claridad emocional.
Creía que era una relación imposible. Él era muy cerrado emocionalmente. Pero con el apoyo de Mariela y su energía blanca, las cosas empezaron a fluir. Él empezó a abrirse, a buscarme y a entregarse. Fue un cambio auténtico, sin forzar. El amarre ayudó a reconectar lo que aún existía.
Mi ex y yo pasamos casi un año sin hablar. Yo ya pensaba que todo estaba perdido. Con Mariela hice el amarre blanco, sin expectativas mágicas, pero con mucha fe. Me sorprendió que, sin drama, él empezó a aparecer en mis redes, luego un mensaje, luego una cita. Hoy volvimos y somos más felices.