Mi experiencia en amarres de amor
Agradezco que dé la cara. Verla en redes, saber que existe y que no se esconde, me dio la confianza que necesitaba. Y cumplió.
Me hizo un trabajo de santería cubana que me transformó por dentro. Sentí paz. Y a los días, volvió él. Con más amor que antes.
Yo tenía miedo de que fuera algo invasivo, pero Mariela me explicó cada paso. El trabajo fue suave, limpio, y se notó. Volvió sin que yo tuviera que forzarlo.
Vi que hace rituales únicos, que nadie más hace. Elegí uno celta porque conectaba con mi historia. Fue poderoso. Y muy personal. Volvió mi ex, y hoy somos pareja otra vez.
Mi ex fue a una vidente antes de volver conmigo, y esa no vio absolutamente nada. Me reí por dentro. Porque sabía que el trabajo estaba funcionando.
No puedo explicar lo que fue el ritual egipcio. Una energía distinta, suave, cálida. Mariela es única.
Volvió sin que yo hiciera nada. Todo lo hizo Mariela. Ella me pedía que no perdiera la calma, que tuviera paciencia. Y así fue. Volvió.
El amarre de amor completo y eterno fue mi elección. Porque no quería algo a medias. Volvió, más entregado que nunca.
Me encantó que me atendiera ella misma. Que me explicara con su voz, con cariño, como si me conociera de toda la vida.
Elegí un trabajo celta y fue como conectar con mis raíces. Volvió y ahora está más comprometido que nunca. Se lo debo a Mariela.