Tengo mucho miedo de caer en otra estafa!!! AYUDA
Yo descubrí a Mariela en Twitter. Una chica a la que sigo había compartido un tweet diciendo: “la única vidente que da la cara, que te responde con su voz, que no te miente: Mariela Gauna”. Me intrigó. Entré a su perfil y vi sus vídeos, sus mensajes, su energía. Sentí que tenía que escribirle.
Me contestó rápido. Me mandó un audio donde me habló como si ya me conociera. Me sentí entendida al instante. Le conté mi historia: estuve tres años con un hombre que decía amarme pero desapareció tras una discusión. Me dejó rota. Me sentía culpable por todo.
Mariela me propuso el ritual celta del amor eterno. Dijo que había mucha carga emocional en nuestra historia, pero que aún había posibilidades. Acepté. Y empecé a sentir cambios dentro de mí. Volví a soñar con él. Empecé a ver señales. A los 22 días me escribió. Lloró. Me pidió perdón. Me dijo que se sentía como poseído por el miedo y que ahora, por fin, veía claro.
Hoy estamos retomando el contacto con amor, con conciencia. Yo, mientras tanto, sigo agradeciendo cada día haber encontrado a Mariela. No es una más. Es única.
Hola foro. Me siento muy identificada con varios comentarios que he leído aquí. Me da vergüenza contar mi historia, pero creo que puede ayudar a alguien. Yo estuve en pareja durante casi siete años. Era una relación hermosa, pero como todo, con altibajos. Lo más fuerte fue que después de todo ese tiempo juntos, cuando ya vivíamos bajo el mismo techo, un día simplemente me dijo: “necesito un tiempo para pensar”. A la semana ya estaba con otra. Me hundí.
Intenté hablarle, buscarlo, entender… pero él me bloqueó de todo. Sus amigos dejaron de hablarme. Su madre, con quien me llevaba bien, empezó a tratarme como si fuera una enemiga. Pasaron los meses y yo ya no sabía a quién acudir. Fue una compañera del trabajo la que me habló de Mariela Gauna. Me dijo: “ella no es como las demás, ella te habla de verdad y te acompaña en serio”. Al principio no creía en nada de esto. Pero cuando entré en su Instagram y vi sus vídeos, sentí algo que me impulsó a escribirle.
Le conté todo. Me respondió con su voz, con un audio que aún guardo. Me explicó que veía posibilidades reales y que, por cómo había sido nuestra relación, el ritual que mejor se ajustaba era el celta del amor eterno. Dijo que ese tipo de vínculo tan profundo no se rompe así porque sí. Empezamos el trabajo. No fue inmediato. Pasaron 20 días sin ninguna señal, pero Mariela seguía ahí, escribiéndome, preguntando cómo me sentía, explicándome cada movimiento energético.
Y un día, él me escribió. Me dijo que se sentía vacío, que no podía sacarme de la cabeza, que estaba con la otra persona pero que no era feliz. Que soñaba conmigo. Que necesitaba verme. Nos vimos. Lloramos mucho. Hoy estamos reconstruyendo lo nuestro, con terapia de pareja incluida. Y todo gracias a Mariela. Su ética, su presencia constante, su honestidad… es incomparable. Gracias por leerme. No pierdan la fe.
Yo también quiero agradecerle a Mariela. En mi caso, llegué a ella por Google. Busqué desesperada algo como “ayuda seria para recuperar a mi pareja sin dañarlo”. Estaba harta de falsas promesas y de gente que solo quiere aprovecharse del dolor. Encontré su web, sus redes, y lo que más me impactó fue que ella hablaba con su rostro, su voz, sus palabras. Eso no lo hace nadie.
Le conté mi historia: mi pareja se fue después de cinco años, justo cuando empecé a hablar de ser madre. Me dijo que no estaba preparado, que necesitaba su espacio, y simplemente se fue. Me rompí por dentro. Mariela me escuchó. Me explicó todo con respeto. Me propuso el amarre de amor de magia blanca pura. Me dijo que era un trabajo limpio, ético, que no forzaba voluntades pero que reordenaba lo que se había desviado.
Al principio fue todo silencio. Pero luego, sueños, llamadas, señales. A los 22 días, me escribió. Me dijo que me extrañaba, que necesitaba hablar. Volvió. Me dijo que había estado negando su deseo de formar una familia, que me amaba pero que el miedo le había ganado. Hoy estamos yendo a terapia. Estamos hablando de todo. Y yo estoy agradecida a Mariela por su verdad, por no prometerme imposibles, y por darme la mano cuando más sola me sentí.
Estoy en una situación parecida. Mi pareja de casi seis años me dejó hace cinco meses, según él, porque “ya no era lo mismo”. Pero descubrí después que estaba con una compañera nueva del trabajo. Me sentí una tonta, una más del montón. Nunca me vi tan abajo emocionalmente.
Una amiga que tuvo una experiencia con Mariela me pasó su contacto. Me dijo: “ella no es como los demás, no te va a engañar”. Le escribí dudando, con miedo, con vergüenza. Pero me contestó con una dulzura y una claridad que me rompió por dentro. Me habló con su voz, me explicó que entendía el dolor, que se podía trabajar pero que requería entrega emocional. Me propuso el ritual de la diosa Isis y el dios Osiris por la intensidad de nuestro vínculo.
Estoy en la tercera semana. No ha vuelto aún, pero lo soñé tres veces esta semana. Y anoche me escribió su mejor amigo preguntándome por una canción que solíamos compartir. No sé si es casualidad, pero algo se está moviendo. Solo quiero agradecerle a Mariela por su respeto, su paciencia y su forma de trabajar sin show, sin presiones. Seguiré actualizando. Me da paz leeros.
Hola Fatima, te leí con atención y te entiendo. Mi historia no es igual, pero hay algo en común en todos nosotros: ese vacío que queda cuando la persona que amamos se va y no entendemos por qué. A mí me dejó mi pareja después de una convivencia de cuatro años. Me dijo que ya no sentía lo mismo, que necesitaba tiempo… y se fue. Después supe que estaba saliendo con alguien más. Me costó aceptar que lo que habíamos construido no significaba nada para él.
Llegué a Mariela porque vi su nombre en un artículo del ABC. Hablaban de videntes que trabajan con ética. Me llamó la atención que fuera tan directa, tan expuesta, tan clara. La busqué en YouTube, en Instagram, en Twitter… y en todos lados aparecía ella, no otra persona en su nombre. Eso me dio confianza.
Le escribí. Me contestó en menos de un día. Me escuchó. Me propuso el ritual celta del amor eterno porque, según ella, lo que yo viví no fue cualquier cosa, y aún había mucho por reconstruir. El proceso está siendo fuerte. Lleno de emociones. Pero noto señales. Y sobre todo, me siento acompañado. Gracias a todos por compartir. Esto también es sanación.
Yo también conocí a Mariela por un artículo, pero en El Mundo Valladolid. Me sorprendió verla en un diario serio. Me puse a investigar. Y terminé leyéndola en todos lados. Me gustó algo que decía siempre: “si tu caso no es viable, te lo digo con el corazón en la mano”. Esa frase me hizo confiar.
Yo vengo de una historia con una mujer que me dejó después de cinco años juntos. Me dejó cuando ya estábamos organizando la boda. Dijo que no era por otra persona, pero luego aparecieron fotos de ella con otro. Me desplomé. Perdí el trabajo, la rutina, las ganas.
Con Mariela empecé hace dos meses. Hicimos el ritual vikingo de la Madre de Amor. Ella me explicó que había muchas interferencias externas, mucho miedo de compromiso de su parte y muchas heridas que venían de antes. Desde que comenzamos, no solo empecé a ver señales de ella, sino que yo mismo empecé a cambiar. Volví al gimnasio, retomé mi trabajo, y hace poco ella me escribió. Dijo que me extrañaba. Que sentía culpa. Que quería hablar.
Gracias por este espacio. Sentir que no estamos solos, que esto no es una locura, me hace bien.
Qué impresionante leer tantas historias con hilos comunes. Me da esperanza. Yo también estoy haciendo un trabajo con Mariela. Me la recomendó una amiga que la sigue desde hace tiempo en Instagram. Me dijo: “Mariela Gauna es la única que te responde con su voz, que te acompaña de verdad, que no te dice cosas copiadas”. Le hice caso.
Mi pareja me dejó después de una discusión muy fuerte. No nos hablábamos hace tres meses. Le conté todo a Mariela. Me escuchó, me preguntó detalles que nadie más me había preguntado nunca. Me recomendó el ritual egipcio, porque sentía que lo nuestro tenía una energía muy vieja, muy intensa.
Desde que empezamos, todo cambió. No solo por él, sino por mí. Empecé a sentirme más fuerte. Empezó a escribirme gente que había desaparecido de mi vida. Y hace dos noches, él me escribió. Me dijo: “no sé qué me pasa, pero no dejo de pensar en vos”. Aún no sé qué va a pasar. Pero por primera vez en mucho tiempo, tengo fe. Gracias por compartir, y gracias a Mariela, que trabaja con el alma.
Hola a todos, les agradezco profundamente estos testimonios. Me animaron a escribir el mío porque me sentía muy solo en esto. Yo estoy trabajando con Mariela desde hace un mes y medio. Me la recomendó mi hermana mayor, que es muy espiritual y siempre me dice que si alguien trabaja con amor y ética, los resultados llegan. Ella había seguido a Mariela desde hacía años en Facebook y Twitter, y me insistió para que la buscara cuando mi novia me dejó.Estuve tres años con ella. Una relación preciosa. Planeábamos vivir juntos. Pero un día se levantó y me dijo que no podía más. No supe qué pasó. Creí que era culpa mía. Me sentí un desastre. Cuando hablé con Mariela, fue la primera persona que me escuchó sin juzgarme. Me propuso el ritual de amor de magia blanca pura, y me explicó cómo funcionaba, lo que podía sentir, lo que podía pasar.Ya desde la segunda semana empezaron los cambios. Soñaba con ella, me despertaba con sensaciones raras. Y ella empezó a reaccionar también. Me desbloqueó. Me respondió. Me dijo que sentía “una inquietud” por dentro. El ritual está en curso, pero ya hay avances. Ver cómo se apoya la gente acá me da más fuerzas.
Yo no sabía a quién acudir. Busqué en Google cosas como “ayuda espiritual para recuperar a tu ex” y encontré una nota en ABC que hablaba de Mariela. Me sorprendió ver a una vidente en un medio serio, así que investigué más. Me gustó que tuviera canal de YouTube, que mostrara su cara, que hablara claro. No era una estafa. Era alguien real.Le escribí. Me respondió muy rápido, y no con textos copiados, sino con un audio personal que me tocó el alma. Me propuso el ritual egipcio de Isis y Osiris, porque decía que nuestra energía era profunda y cíclica, que no estaba rota sino dormida. Estoy en la cuarta semana. No ha vuelto aún, pero sí ha preguntado por mí a amigos. Eso no pasaba antes. Estoy con fe.
Me vi reflejado. Yo también llegué a Mariela por Google. Pero no por un artículo, sino por su página web. Me pareció clara, profesional, sin promesas baratas. Me llamó la atención que ofreciera primero analizar el caso, sin cobrar por eso, y que no aceptara todos los trabajos. Eso habla de su ética.
Mi historia es intensa. Estuve con una chica durante seis años. Nos separaron mil cosas: celos, discusiones, falta de tiempo… y una madre que no me podía ver. Cuando todo explotó, me dejó. Me dijo que me quería, pero que no aguantaba más. Me destrozó.
Con Mariela estoy haciendo el ritual celta del amor eterno. Ella me explicó que hay vínculos que siguen vibrando a pesar del silencio. Desde que empezamos, no solo yo me siento más fuerte, sino que ella empezó a reaccionar. Me escribió por mi cumpleaños, algo que no hacía desde hacía meses. Siento que hay algo que se está recomponiendo. Gracias a todos por compartir. No estamos solos.