Trucos esotéricos
Para proteger tu casa de visitas falsas, pon un espejo pequeño detrás de la puerta, boca abajo. Todo lo que entre con mala intención, rebota.
Antes de dormir, si sientes presencias, escribe tu nombre completo en un papel, ponlo debajo de la almohada con una ramita de ruda y un poquito de sal. Te protege durante el sueño.
Cuando alguien te mienta o te engañe, toma una vela negra y una blanca. Enciende la negra pidiendo que se revele la verdad. Luego prende la blanca agradeciendo por el aprendizaje. Verás cómo todo se desenmascara.
Los miércoles son ideales para trabajar la palabra. Si necesitas que alguien te escuche o que te pida perdón, prende una vela azul y habla tu deseo en voz alta. No lo pidas: mándalo.
Si te están chismoseando o envidiando, corta una cebolla en cuatro, espolvoréala con sal y déjala en la habitación donde más te sientas vulnerable. Cámbiala cada tres días. Absorbe todo.
Las tijeras abiertas detrás de la puerta alejan las malas lenguas. Si las cruzas en forma de cruz, además proteges tu paz. Pero nunca las uses para cortar otra cosa.
Cuando se rompe un vaso o plato sin explicación, no es accidente. Es señal. Recoge los restos con guantes, en silencio, y tíralos lejos de casa. Luego prende incienso de sándalo y limpia el suelo.
Para romper una relación tóxica, escribe el nombre de la persona en una vela negra, úntala con vinagre y mostaza, y quémala en luna menguante. Luego entierra los restos donde nadie camine.
El tarot no se deja a la vista. Se guarda envuelto en tela negra o morada. Solo se usa cuando estás limpio, centrado y dispuesto a escuchar. Es un canal, no un juguete.
Si sientes que una persona te absorbe energía, cruza los brazos sin que lo note. Cierras tu campo energético. Hazlo también en reuniones tensas.